Tratar de apelar (hablar a los oídos) con razones prudentes al necio, es un malgasto; no apreciará lo razonable. Mas bien hay que redargüir, contrarestar sus argumentos mostrándole que no sirven, que se contradicen, que no van conforme a lo que Dios ha dicho (26:5) y debe ser de manera enfática (Mt 7:6), y no esperando que inmediatamente razonarán, más bien debemos orar para que la verdad despierte sus corazones, si Dios quiere (2 Ti 2:25)
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Exelentes palabras inspiradas POR Dios
ResponderEliminarMuchas gracias y bendiciones
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